- 3 trozos de queso fresco de cabra murciano-granadina
- Tomates maduros
- Medio pimiento verde
- Medio pimiento rojo
- Aceite de oliva virgen
- Sal
Primer paso: freímos los pimientos
Empezamos lavando y cortando en trocitos medianos los pimientos, el rojo y el verde.
Ponerlos en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva y los freímos. Apartar cuando estén al punto.
Lo ideal es que lleve tanto rojo como verde, pero si tiene que
faltar uno, que sea el rojo, porque el verde es obligatorio en este
bocado.
Segundo paso: cocinamos el tomate
Rallaremos los tomates maduros y los ponemos en una sartén para que comiencen a perder el agua.
Sazonamos al gusto este tomate y ponemos un poquito de azúcar
para paliar su característico amargor, aunque esto depende de cada
cocinero.
Dejamos que se cocine a fuego lento.
Es un paso sencillo, pero debemos dejarlo en su punto porque un tomate mal cocinado nos estropearía el plato.
Una vez tenemos el tomate frito y los pimientos los mezclamos en la sartén del tomate y reservamos.
Cuarto paso: freír el queso
Solo nos falta freír el queso de cabra, un paso sencillo en el
que lo fundamental es que el queso sea de esta raza autóctona y el
aceite... de oliva virgen.
En una sartén ponemos abundante aceite y cuando esté caliente
introducimos los trozos de queso. Lo ideal es que sean gruesos, de un
centímetro, como mínimo.
En muchos restaurantes del Altiplano lo sirven rebozado (en huevo
y pan rallado) aunque no es la receta original, pero también está muy
bueno.
Ahora montamos nuestro entrante, ponemos el tomate con los pimientos y sobre ellos los trozos de queso recién frito.
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